“A Dirty Game” (Un Juego Sucio), el documental que el director Jaap Verdenius estrenó hace ya 18 años y que usa como disparador la boda de la argentina Máxima Zorreguieta con el príncipe holandés Willem Alexander, es una de las múltiples miradas con que la investigación y el periodismo volvieron sobre el Mundial 78.
La utilización política que hizo del certamen la dictadura cívico militar; hasta dónde llegó su intervención en el desarrollo deportivo; la goleada 6 a 0 de Argentina sobre Perú; la millonaria inversión realizada para la organización del torneo y nunca informada; el compromiso de jugadores locales y extranjeros respecto de la situación que se vivía en el país. El abordaje, por lo general revisionista, con mayor o menor profundidad, se hizo desde diferentes costados.
En la Argentina, sin ir más lejos, se realizaron dos excelentes documentales: Mundial 78, Verdad o Mentira (2007, 95 minutos, con guión, producción y dirección de Christian Rémoli); y Mundial 78, La Historia Paralela (2003, 59 minutos, dirigida por Gonzalo Bonadeo, Mario Pergolini y Diego Guebel, a los que se sumó el periodista Ezequiel Fernández Moores en los guiones, y producida por Cuatro Cabezas).
En Verdad o Mentira, Rémoli recogió más de 30 testimonios (futbolistas de acá y de afuera, periodistas deportivos, dirigentes, políticos, militantes) y material inédito de archivo para exponer la verdadera trama del proyecto.
“Quería contar cómo habían vivido el Mundial las personas que lo sufrieron, pero fuimos cambiando el curso del documental a medida que profundizamos la investigación”, contó el director los días previos a su presentación, en octubre de 2007, en el IX Festival de Cine y Video Documental, del Movimiento de Documentalistas. El film profundiza en el papel del almirante Carlos Alberto Lacoste, de estrecho vínculo con Emilio Massera y hombre fuerte del Ente Autárquico Mundial 78 (EAM).
Mientras tanto, en La Historia Paralela, los relatos de secuestrados, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y familiares de desaparecidos se intercalan con los de los propios jugadores del seleccionado campeón. “No cabe duda de que fuimos usados”, concluye en el documental el ex mediocampista Ricardo Villa. “Gracias a que ganamos ellos siguieron un poco más en el poder”, se suma Daniel Bertoni.
Gonzalo Bonadeo dijo entonces: “Ni apología del Mundial ni título gracias a los milicos. Tratamos de ser equilibrados. Lo más difícil es desprenderse del prejuicio y preguntarnos qué hubiésemos hecho nosotros en el lugar de los jugadores”.
De los muchos films realizados en Europa, finalmente, tiene valor un programa especial sobre el Mundial 78 emitido en el ciclo Conexión Vintage de Teledeporte, en la RTVE, en 2014: entre el material de archivo presentado por el periodista Paco Grande se encuentra la escena inicial de “O Poder do Futebol”, que estaba destinada a ser la película oficial del campeonato y terminó siendo prohibida por la dictadura.
El Mundial 78, finalmente, también fue tema de varios libros publicados en el país, como “78: Historia Oral del Mundial”, de Matías Bauso (Sudamericana); “La Vergüenza de Todos – El dedo en la llaga del Mundial 78”, de Pablo Llonto (Ediciones Madres de Plaza de Mayo); “Hechos Pelota (el periodismo deportivo durante la dictadura”, de Fernando Ferreira (Ediciones Al Arco); y “Fuimos Campeones – La dictadura, el Mundial 78 y el misterio del 6 a 0 a Perú”, de Ricardo Gotta (Edhasa), entre otros.